Se le llenan las bocas a los ministros y portavoces del PP cuando hablan de la obligación de cumplir con la ley. Rajoy, Báñez, Cospedal, Montoro, o cualquiera de ellos, avisan, incluso amenazan con la inhabilitación, a quienes no sigan sus dictados, por ejemplo, cuando algún presidente autonómico anuncia que pagará la extra de Navidad; o blindan los bancos para que las autonomías no les pongan impuestos. Pero ahora dando ejemplo a los ciudadanos de lo que deben hacer, el propio gobierno deja de cumplir con la ley.
Es lo que ha hecho hoy el gobierno del PP, el ejecutivo de Mariano Rajoy, que mostrando su última mentira, incumpliendo la única promesa que le quedaba por incumplir, y aprovechándose de los más débiles, de los que considera que no están en condiciones de protestar en la calle, de los pensionistas, ha decidido que no subirá las pensiones en función de lo que indique la subida del IPC, que es lo que marca la ley. El gobierno del PP, el gobierno de Rajoy, subirá en 2013 el 2% las pensiones inferiores a 1.000 euros
y el 1% las superiores a ese importe, en lugar del 2,9%, dato del IPC
de noviembre, como establece la ley.
A cualquiera le daría vergüenza, a partir de ahora, hablar de la legalidad vigente, de la necesidad de seguir las leyes, de cumplir con lo que marca la ley, menos a esta gente, menos a los del gobierno de Rajoy y al PP.
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