sábado, 22 de septiembre de 2012

Frente a La Caleta

SIN lugar a dudas, La Caleta y toda la zona que la rodea, junto al mar, es uno de los lugares más hermosos de la ciudad. Pasear a cualquier hora por la zona, pero especialmente con la bajamar, mirando hacia san Sebastián o hacia Santa Catalina, observando las rocas y sus pozas, el canal, las barquillas y, sobre todo, una puesta de sol, es algo verdaderamente gratificante. Pero la sensación cambia, totalmente, si en vez de mirar hacia el mar, miramos hacia la ciudad, pues la zona que rodea La Caleta, los edificios que la bordean, salvo excepciones, son muestras de abandono y provocan sensación de decadencia.

Justo enfrente está Valcárcel, el antiguo Hospicio, una de las mejores muestras de arquitectura de la ciudad, abandonada por un absurdo enfrentamiento político, que comenzó cuando el año 2002, tras aprobar el Ayuntamiento una Modificación Puntual del PGOU para incentivar la implantación de hoteles de calidad, Rafael Román, a la sazón presidente de la Diputación, anunció un proyecto para transformar el colegio Valcárcel en un hotel de cinco estrellas. A partir de ahí desencuentros y trabas de todo tipo, han retrasado la rehabilitación del edificio, que en la actualidad presenta un triste aspecto.
 
También frente por frente de La Caleta está la antigua Escuela de Náutica, edificio que podría convertirse en el paradigma de las contradicciones de la Junta de Andalucía en Cádiz. Si, por una parte, está protegido en el Catálogo de Patrimonio Andaluz, por otra, la propia Junta lo considera en ruinas y quiere derribarlo, para construir oficinas de la administración autonómica. Pero, por otra parte, el Ayuntamiento de Cádiz se niega al derribo y exige que se ejecuten obras de mantenimiento. Entre tanto, la imagen es la de un edificio ruinoso, del que casi a diario se desprenden cascotes, "protegido" por vallas que apenas dan protección a los peatones y al tráfico intenso de la zona.
 
Justo al lado está El Olivillo, obra del arquitecto Sánchez Esteve y considerada una de las mejores muestras de arquitectura del siglo XX en Cádiz, también incluida en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz. El Olivillo, que lleva 27 años cerrado y tapiado, fue cedido por la Junta a la UCA, pero sin fondos adicionales para su rehabilitación, lo que impide su puesta en uso ya que la universidad no cuenta en su presupuesto ordinario con fondos para ejecutar las obras. Esta semana se han reunido el Rector de la UCA y el Delegado en Cádiz de la Junta de Andalucía para hablar, entre otros temas, de darle una solución al edificio del Olivillo.
 
Pero lo que sería deseable es que se llegara a una solución, no sólo para El Olivillo, sino también para Náutica, Valcárcel, el Colegio Mayor universitario -y de paso cambiarle el nombre-, la Residencia del Tiempo Libre, el edificio de la que llamaron Ciudad del Mar, abandonado hace 20 años… Ya es hora.

Publicado en Diario de Cádiz, 22 de septiembre de 2012

1 comentario:

Jesús dijo...

Pues en la misma acera, pasada la Facultad de Filosofía,se encuentra el Colegio Carlos III, también un edificio histórico donde estudian cientos de niños, con una fachada que se cae y una instalaciones en estado penoso que, hoy por ti y mañana por mí, ni la Junta ni el Ayuntamiento quieren tocar. Con la agravante de ser vecino del edificio "Constitución de 1812" -antes "La Bomba"- donde se hizo una costosa rehabilitación, y también próximo al flamante -y lujoso, en comparación al Colegio- centro de arte contemporáneo ECCO, usado por ¿dos docenas? de personas al día. Una expresión que procuro evitar, me parece obligada en este caso: Una auténtica vergüenza.A los colegios y a los niños no hay quien los defienda.