domingo, 21 de abril de 2013

Café Royalty

Desde que abrió en septiembre pasado he ido varias veces al Royalty, entre otras razones por considerar que es un sitio que hay que cuidar. La recuperación de un café abierto cien años antes, con un trabajo cuidadoso, buscando elementos que le devolvieran a lo que debió ser a comienzos del siglo XX, es algo que hay que agradecer y contribuir a su mantenimiento, como se dijo hace tiempo en el blog Doceañista. Quienes no conozcan el Royalty pueden hacerse una idea en su página web.

Pero hay algo en el Café Royalty que me cuesta mucho entender: que en su carta de vinos no haya amontillados, ni olorosos del Marco del Jerez. El propio ambiente del café me inclina a pedir un buen vino, un generoso que se pueda saborear con calma. Siempre pido un amontillado, y me responden que sólo tienen de Bodegas Góngora, de Villanueva del Ariscal, en el Aljarafe sevillano.

Los vinos de Góngora son buenos. Conocí la bodega, que procede de finales del siglo XVII, en 1973. Cuidan bien los vinos, sobre todo los finos, el amontillado viejo y el oloroso, además de un reconocido brandy.

Pero eso no obsta para que en el Café Royalty no tengan generosos de Jerez, El Puerto o Sanlúcar. Pregunté y me dijeron que normalmente tienen La Ina -aunque cuando fui no tenían- y manzanilla Solear. Pero ni un amontillado, ni un oloroso.

Así que pedí un amontillado viejo de Góngora. La amable camarera que me atendió siguió ese feo hábito de no servir la copa delante del cliente, y traértela ya servida, y eso que estaba en la barra. Cuando caté el vino me encontré con un oloroso, no el amontillado que había pedido. Lo bebí despacio, pagué, di las gracias y me fuí. Lo volveré a intentar.      

2 comentarios:

Jesús dijo...

Ayer, estuvimos en el Café Royalty con un sevillano que acudía al café por primera vez. Nos dijo que en Andalucía no hay otro sitio igual. Y que por eso hay que cuidarlo. Que dure.

Jesús dijo...

Sólo le pongo un pero al café: al tener una oferta diversa: aperitivos-cafés-menú merienda- menú de comidas...permanentemente aparecen como no disponibles unas mesas que -según mi experiencia- finalmente no se ocupan, mientras que a la clientela que sí va a tomar cualquier cosa, le cuesta sentarse en un buen sitio.