domingo, 27 de julio de 2014

Mucho te quiero, perrito...

... pero pan poquito.
El refrán popular me vino a la memoria al leer la noticia de que Jordi Pujol no había encontrado, en 34 años, un huequecito de tiempo, ni la fórmula, para regularizar unos milloncejos que tenía la familia en el extranjero, tan ocupado estaba el hombre trabajando por Cataluña y los catalanes.

Pienso que quizás, solo quizás, si ese dinero se hubiera guardado en un banco catalán, hubiese sido más conveniente para la economía catalana y, de paso, para la imagen de honorabilidad de los políticos.

2 comentarios:

Mariano Del Río dijo...

Sospecho, querido Alberto, que es un movimiento envolvente de natural paternalismo.
A parir de ahora queda justificado el capital que tienen sus polluelos en los paraísos fiscales. Todo bien concebido puesto que son delitos prescritos.
Lo razonable sería aprender lección y ampliar los tiempos de prescripción de ciertos delitos con claras connotaciones político-morales.

Ana dijo...

Aquest home es un mentider. I dels grossos.
(Este hombre es un embustero. Y de los gordos)