viernes, 20 de marzo de 2015

El Día de la Provincia: de café, café, a achicoria, pasando por descafeinado.


No recuerdo la fecha, pero sí la conversación telefónica con Antonio Cabrera. Había ideado, con Rafael Román, un proyecto para la provincia de Cádiz y querían que asistiera a una reunión con ellos.

Rafael Román se había convertido en presidente de la Diputación de Cádiz en 1995, y Antonio Cabrera en su jefe de gabinete y colaborador más cercano, junto a Rafael Garófano.

Román pretendía fomentar la cohesión provincial planteando una serie de iniciativas, entre las que surgió, durante una conversación con Cabrera, instituir el Día de la Provincia, propuesta original de Antonio, tal y como el propio Rafael ha contado. En la reunión que mantuvimos comentaron algunas fechas posibles, aunque la favorita era el 19 de marzo, que tenía la ventaja de convertirse, además, en un homenaje anual a la Constitución de Cádiz. Sin dudarlo apoyé ese día, argumentando que la estructura provincial de España había surgido en las Cortes de Cádiz. Salí de la reunión con el encargo de realizar un informe que remití unos días después.

Mi informe terminaba argumentado que, si bien la organización provincial es herencia de la propuesta de Javier de Burgos en 1833, el propio Burgos, en su exposición de motivos, había recordado que él había retomado el proyecto de 1813 de Felipe Bouzá, elaborado por encargo de la Regencia en cumplimiento del artículo 11 de la Constitución gaditana, proyecto reiterado por el propio Bouzá en 1821, y suspendido en ambas ocasiones, en 1814 y 1823, por Fernando VII. Finalmente, renovado el proyecto por Javier de Burgos, se puso en práctica por decreto de 30 de noviembre de 1833. Por eso, concluía, que consideraba la fecha del 19 de marzo la más idónea para conmemorar el Día de la Provincia de Cádiz.

La primera celebración, en 1996, se anunció con el cartel de Pérez Villalta que encabeza esta entrada, y se nombro a Rafael Alberti Hijo Predilecto de la Provincia. Mientras Rafael Román ocupó la presidencia de la Diputacíon, el Día de la Provincia se convirtió en una celebración señera, emblemática, con un acto institucional, en el que se nombraron, después de Alberti, hijos predilectos de la provincia a figuras como Fernando Quiñones, Paco de Lucía, Caballero Bonald, Castilla del Pino, Rocío Jurado, Chano Lobato, Álvero Mutis (hijo adoptivo), Carlos Edmundo de Ory..., además de entregarse placas de la provincia a otras personas cuya labor ha beneficiado a Cádiz.

Pero no solo era el acto institucional. Cada año se organizaba una exposición que se inauguraba al finalizar el acto central -colaboré al menos en tres-, y por la tarde había una tertulia cultural, con café y copa de brandy -ofrecida por el Consejo Regulador-, una reunión en la que, habitualmente, participaban los reconocidos como hijos de la provincia. Estas tertulias eran una muestra más del protagonismo cultural que Rafael Román le dio a la Diputación durante su mandato, una etapa repleta de ciclos de conferencias, seminarios, encuentros, exposiciones, recitales...

Cuando Román cesó como presidente, ocupó el sillón provincial, en el año 2003, Francisco González Cabaña, que había sido vicepresidente con Rafael. El Día de la Provincia se mantuvo, pero poco a poco el café, se fue descafeinando, la conmemoración se fue vaciando de contenido.

Ocho años después, en el 2011, resultó elegido presidente José Loaiza García, del Partido Popular, terminando así con la hegemonía que el PSOE tuvo en Diputación desde 1979.

Con Loaiza al frente de la administración provincial se ha mantenido la conmemoración del Día provincial, pero parece que, del café, se ha pasado a la achicoria. No otra cosa se puede concluir de la organización de un acto, como el de ayer, en el que no se invitó a representantes del gobierno autonómico, se convirtió el acto institucional en una celebración sectaria, en la que, por lo que se puede deducir de las crónicas periodísticas, el presidente olvidó su papel institucional, pronunciando un discurso en clave electoralista y de partido.

1 comentario:

Santiago Moreno dijo...

Estuve cuando Edmundo de Ory. Una tarde realmente divertida.