Entre los años 2011 y 2014, el ayuntamiento de Cádiz, gobernado por el PP, bajo la presidencia de Teófila Martínez, siendo concejal de Hacienda JB Fernández y del que formaba parte Ignacio Romaní, duplicó la deuda, pasando, según datos publicados por el diario El País, de 110.932.000 euros, a 213.459.760, una deuda que siguió subiendo, mientras gobernaban los peperianos, de manera que el equipo de José María González se encontró, en junio de 2015, con una deuda de vértigo, que incluía unos 60 millones que se adeudaban a los proveedores.
Hoy, Diario de Cádiz publica en su portada dos noticias. Por una parte, que, en seis meses el ayuntamiento ha reducido la deuda en 18,5 millones de euros; por otra, unas declaraciones de Ignacio Romaní sobre lo que el considera incumplimientos del gobierno municipal de los acuerdos de pleno.
Según Romaní, más de la mitad de los acuerdos de pleno no se han ejecutado y solo tres se han completado, aunque da la impresión de que el portavoz del PP hace unas cuentas raras, ya que no considera cumplimiento de los acuerdos del Pleno por parte del gobierno municipal las 19 mociones (el 31,6% del total) que, por normativa legal, debe tramitar el secretario del ayuntamiento.
Si con una operación aritmética tan simple, que consiste en restar de 60 propuestas las que se han ejecutado, el portavoz del PP se lía tanto, es fácil entender como dejaron las cuentas del ayuntamiento los peperianos después de 20 años de teofilato.
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