viernes, 17 de marzo de 2017

Prohibido

Recurro al participio de la palabra prohibir, que fue el infinitivo que usó Pepe Monforte para titular su excelente artículo del 15 de marzo, en Diario de Cádiz, para decir que comparto plenamente lo que escribió.

La venta ambulante de mariscos, patatas, barquillos, almendras..., como los freidores, forman parte del patrimonio y de las tradiciones gaditanas, como han reflejado en sus obras, o en sus memorias personales, Alejandrina Gessler, Antonio Redondo, José María de Puelles..., y tantos otros.

Tanto es así que, como recordaba Monforte, en los años sesenta del pasado siglo, se emitieron tarjetas postales dedicadas a esa venta ambulante tradicional, como un atractivo turístico de Cádiz. La imagen que abre esta entrada es una tarjeta que guardo, entre otras muchas, dedicadas a la ciudad. En su reverso puede leerse, "Cádiz. Canasta de erizos. Panier de Hérissons. Basket with sea-urchins", para que los turistas lo tuvieran claro:

Como eran postales estas dos dedicadas a la venta de marisco y de lapas, en la puerta del Merodio y los alrededores del mercado, o la dedicada a la venta de caballas, una imagen que preside un rincón de la barra de El Faro:


También son imágenes tradicionales las de la venta de marisco en la calle Zorrilla, delante de la cervecería de El Puerto, o en la puerta del Pedrín -magnífica foto de Francisco Herrera-, o en la playa Victoria, lugares en los que muchos hemos consumido cangrejos, camarones, ostiones o bocas de la Isla, y aquí seguimos.
Por tanto, no se trata de prohibir, lo que hay que hacer es regular la venta y asegurar la higiene y calidad del producto. Pretender que solo hay seguridad en el consumo si se realiza en un establecimiento de hostelería, no es del todo cierto, y eso lo sabe la patronal hostelera, que conoce infecciones debidas a productos mal conservados y tratados en establecimientos afiliados, y no solo con tortilla de patatas, ni solo en Carnaval.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Alberto: soy antiguo alumno y seguidor del blog, y esta entrada me ha traído a la memoria a Alejandrina Gessler, Madame Anselma y Fulana de Tal...

Me permito hacer uso de sus conocimientos para preguntarle, ¿conoce de la existencia de algún ejemplar de sus "Recuerdos de Cádiz y Puerto Real" a disposición de los lectores interesados?

Nunca lo he intentado en las bibliotecas públicas porque no tengo constancia de ediciones susceptibles de préstamo, y los escasos ejemplares que he encontrado a la venta vía Internet tienen un precio respetable como para lanzarse a ello sin conocimiento de la obra.

Gracias por permitirme este asalto (y por la respuesta, por adelantado)

Sigo aprendiendo años después de acabar la carrera asomándome a este blog, y eso siempre es un placer.

ARS dijo...

Alberto, los "Recuerdos..." de Fulana de Tal los leí en la Biblioteca de Temas Gaditanos, ahora en la calle San Francisco.
Saludos cordiales.